La mayor parte del tiempo somos la razón de nuestros propios fracasos. Sí, los factores externos contribuyen a que fallamos, pero ellos solos no tienen la culpa de que decidamos fallar.

Hay veces en la vida que no puedes ganar. Esa es la dura verdad.

Pero el hecho de que no puedas ganar específicamente no significa que seas un perdedor o que no tengas lo que se necesita para ganar.

Es posible que no era para ti y que estabas destinado a algo mucho mejor.

Y usualmente así es.

Pero cuando te obsesionas con algo que no es para ti, cuando sigues intentando mucho después de haber buscado otra cosa, cuando ese deseo ha superado lo esencial, lo que es puro en tu corazón, es cuando fallas.

¿Te gustaría saber que necesitas abandonar para mejorar tu vida?

# 1. Deja de ser la víctima

Eres responsable de tu vida. Nadie más debería rendir cuentas por lo que te sucede.

Cada elección que has hecho te ha llevado a donde estás en la vida. Si eres feliz o no, depende de ti.

Hay personas que no quieren admitir que su vida es obra de ellos. Preferirían renunciar al control y culpar a los demás.

¿Por qué querrías hacer eso cuando estar en control es liberador?

2. Dejar de ser irresponsable

No eres el único afectado por tus acciones. Activarás un efecto dominó con lo que sea que hagas en la vida.

Puede que no sea inmediato, puede que no sea a través de alguien que conoces directamente, pero alguien en algún lugar va a sufrir por cosas irresponsables que tú haces.

Es hora de que encuentres tu lugar en el ciclo de la vida. Eres parte de eso, lo reconozcas o no, te guste o no.

Deja de ser egoísta y comienza a hacerte una mejor persona, no solo para ti, sino también para los demás.

# 3. Dejar de jugar a lo seguro

Si sigues jugando seguro el resto de tu vida, nunca llegarás a ningún lado. Donde estás parado, con todos tus sueños no realizados, potencial sin explotar, talento y bondad, ahí es donde todo irá a morir.

¿Quieres un mundo mejor? Entonces comienza a construirlo.

No va a hacer la diferencia simplemente sentado allí esperando a que los demás efectúen los cambios que desea ver.

¿Quieres que la gente se preocupe por el medio ambiente?, ¿Derechos de las mujeres?, ¿La Familia?

Entonces, preocúpate lo suficiente como para salir, enojar a la gente, ir a marchas, huelgas, etc.

No te retires a una esquina aduciendo paciencia, lógica o que es lo más sensato.

Reconoce las oportunidades donde pueden marcar la diferencia y tómalas. No porque no tengas miedo de lo que pueda pasar, sino porque temes más a que te atormente el pesar de quedarte de brazos cruzados.